miércoles, 1 de diciembre de 2010

Pinares de Mayarí




De los sitios naturales de Holguín, Pinares de Mayarí es uno de los más hermosos, con atributos como el Salto de El Guayabo, la Poza de Rafael, su jardín de hortensias azules y una vegetación tropical que contrasta con densos bosques de pinos o charrascales.  

Esa meseta aislada en la altiplanicie de Nipe ocupa un área de más de cinco mil 300 hectáreas, donde solamente La mensura abriga hasta ahora a cerca de 300 especies endémicas, 67 de ellas exclusivas del área.

La Estación de Investigaciones Integrales de la Montaña, de la Academia de Ciencias de Cuba, ha descrito estas especies en una superficie de casi cinco kilómetros, denominado Sendero interpretativo La Sabina, al final del cual desciende impetuosamente  otra singular cascada montañosa, de igual nombre.

Salto El Guayabo a 70 metros de altura

A pie por las estrechas vías es posible obtener conocimientos inesperados y en medio del frescor reinante en este microclima montañoso sin igual.

Por suerte he visitado tres veces Pinares de Mayarí, siempre sorprendida ante sus espectaculares bellezas, y si una oportunidad se diera de volver, no dudaría en ascender la escarpada vía, y repetir una vez más la experiencia de ver en vivo detalles como éstos: 

 Mirador El Colorado, cercano a  un pequeño parquecito, ideal para tomar fotos  al mediodía y en la tarde;  Mirador Loma de La Bandera, a unos 600 m. sobre el nivel del mar; el Sendero interpretativo que ya mencioné y el Mirador El guayabo, desde donde se observa este salto de agua en caída desde 70 metros de altura, ver para creer, un agua cristalina que nunca termina.

Fue en La Plancha, otro de los espacios más significativos de Pinares de Mayarí, donde tomé el café más rico de este mundo, elaborado al  antiguo estilo campesino, macerado a la vista en un pilón enorme; café, señores, el néctar negro de los dioses, ni dulce, ni amargo, con el toque mágico oriental de una sonriente y  robusta cocinera.

Allí también vi por primera vez un campo de hortensias azules que forman como oleajes al viento, otras flores más pequeñas que éstas, pero igualmente bellas, frutos como la mandarina y hasta comino, una mata de condimento que crece apegada a altos árboles y achote, otro que además de saborear aporta color a los alimentos.

El guapití, las gamas, cerdos, toros, cotorras cantarinas tienen su hábitat en el área protegida Mirador El Exótico, lugar donde pueden encontrarse diferentes especies de animales.


Todo esto y más tiene el Parque Nacional La Mensura  el cual incluye el renombrado Pinares de Mayarí, parte en sí de la Sierra Nipe Cristal, un  verdadero  monumento de la naturaleza cubana y  plato especial para naturistas.

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