Calixto García Iñiguez llevó estrella de General en las tres guerras de independencia de Cuba frente al colonialismo español y enterrado con honores militares en tres ocasiones, en las capitales mundiales de Washington y La Habana , y desde hace 30 años en Holguín, su ciudad natal.
El primero de sus sepelios fue en el Cementerio Nacional de Arlington en la capital norteamericana, a la mañana siguiente de su fallecimiento, el cual ocurrió durante un banquete celebrado en su honor, y en el que sufrió una apoplejía fulminante que le causó la muerte según relatan historiadores, mientras otros atribuyen la causa a una pulmonía, a sus 59 años de edad.
El 9 de febrero de 1899, el cadáver del General Calixto García fue trasladado a la capital de Cuba, donde fue velado durante dos días en el Palacio de los Capitanes Generales y ante cuyo féretro desfilaron patriotas, compañeros de armas y el pueblo, en tributo a su gloriosa vida y lo acompañaron el día 11 hasta el Cementerio de Colón.
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Estatua de Calixto García, en Avenida de los Presidentes, Ciudad de la Habana, Cuba. |
Su descanso duró allí hasta el 11 de diciembre de 1980, cuando sus restos fueron exhumados y trasladados a Holguín, su ciudad natal, y colocados definitivamente en una urna en el Mausoleo Mayor General Calixto García que se construyó a su memoria en gran plaza de igual nombre, la cual abarca además el Bosque de los Héroes y el Monumento a su madre Lucía Iñiguez Landín.
La grandeza de este sitio sólo es comparable quizás a la estatura moral de este prócer mambí, que no cejó al empeño de ver libre de manos extranjeras a su patria, y con las suyas contribuyó entre los primeros a abrir el camino a la definitiva independencia.
Recuerdo la conmoción popular de aquel día para recibir en su tierra al más insigne de sus patriotas. Todo fue grandioso como su vida misma, un adorable padre a quien todas las generaciones de cubanos que le precedieron continúan recordándolo.
Monumento Mayor General Calixto Garcia Iñiguez en Holguín . |
Su andar por la patria de forma física culminó en este desfile popular detrás de su féretro cubierto con la bandera nacional, durante el entierro cubano que pidió su madre Lucía, y en el que no hubo esta vez tropas norteamericanas.
José Martí con su amor y sabiduría lo renombraría el General de
Nació el cuatro de agosto de 1839 y a los 29 años de edad se sumó al estallido insurreccional del 10 de octubre de 1868 iniciado por Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de
“O libres para siempre, o batallando siempre hasta ser libres", dijo, ante la responsabilidad otorgada por el Gobierno de Cuba en armas de organizar
A pesar de haber puesto en esta todo el coraje y sus conocimientos bélicos aquella guerra fracasaría luego de fuertes enfrentamientos, por falta de recursos y circunstancias fortuitas.
Ya antes había demostrado su condición de guerrero de extraordinaria fuerza moral, con sus grados de brigadier en el grupo comandado por Donato Mármol en 1868, con resonadas batallas en las zonas de Jiguaní, Bayamo y Las Tunas, durante aquel primer año de la gesta emancipadora de Cuba.
En los ataques a Jiguaní, Holguín y Manzanillo, entre 1871 y 1873, no daba tregua a los ocupantes de la isla, y al siguiente año protagonizaría su propia máxima: "muerto antes que rendido", hecho del que como ya relato, salió solamente herido.
El seis de septiembre de 1874, en San Antonio de Bagá, cercano a Veguita, Manzanillo, el jefe insurrecto fue sorprendido por una columna española, y tras heroica resistencia, y verse rodeado sin salida, intentó suicidarse para no caer prisionero, pero el disparo no fue mortal y pudo continuar la lucha en la otra guerra liderada por José Martí.
En dos ocasiones estuvo en prisión, a raíz del tiro que le marcó la frente y deportado a España, y en cuanto supo que se reorganizaban fuerzas para continuar la lucha, pudo salir de allí y volver a Cuba en 1895, para la contienda que hizo rendir a los ocupantes de la isla.
Tras su desembarco por Baracoa para emprender esta tercera guerra, fue designado Jefe del Departamento Oriental y Lugarteniente General del Ejercito Libertador Cubano, luego de la muerte de Antonio Maceo, otro gran guerrero.
Ganó gloria y honores que lo inscribieron como uno de los hombres más valerosos de la historia de Cuba, Héroe de la toma de Guáimaro, Las Tunas y Guisa.
Monumento a la madre Lucía en Holguín |
Facilitó el desembarco y sitio militar de tropas norteamericanas hasta rendir a los españoles. Grande fue su sorpresa y agravio al término de
Calixto García se entrevistó entonces con Schaffer, general en jefe del V Cuerpo del Ejército Estadounidense, y le dirigió una carta enérgica, exigiéndole la entrada triunfal de los mambises a la hoy Ciudad Héroe. Al no lograrlo continuó en marcha combativa por la costa norte de Oriente.
Su ejemplar existencia culminó cumpliendo una misión en Estados Unidos encomendada por el Gobierno de Cuba, el 11 de diciembre de 1898, convertido en adalid de su pueblo, hecho historia.
Nota: Contribuyeron en este artículo
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